JORNADAS RESIDENTES Mesa de debate sobre la jornada laboral en las primeras jornadas de residentes de CESM
Publicado el 29/06/2021
Te facilitamos el resumen al contenido tratado en la mesa
MLa normativa que regula las condiciones laborales de los médicos en su periodo de residencia es bastante aceptable, pero el problema está en que no se aplica como está indicado. Esta es una de las principales conclusiones que se obtienen tras escuchar a los ponentes de la primera mesa de debate sobre jornada laboral y las guardias del residente que se llevó a cabo en la tarde del pasado viernes en las Primeras Jornadas Nacionales organizadas por la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM).
Coordinada por Carolina Pérez (médico de Urgencias del Hospital Universitario Son Espases de Mallorca y delegada de Simebal) y moderada por Javier Álvarez Gama (R5 de Cirugía Maxilofacial en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla en Santander), la mesa comenzó con la ponencia de Ricardo Cereceda, R3 de Medicina de Familia en el Hospital Universitario Rio Hortega de Valladolid), que explicó definiciones importantes sobre la jornada laboral, empezando por la jornada ordinaria, «aquella por la que te contratan, que tienes obligación de cumplir» y que supone 7,5 horas diarias sin guardias durante 5 días a la semana en horario de mañana (de 8.00 a 15.00 horas) o de tarde (de 15.00 a 22.00 horas), lo que hacen un total de 1.470 horas anuales. Toda la información está extraída del Real Decreto 1146/2006, de 6 de octubre, que regula la relación laboral y especial de residencia para la formación de especialistas en Ciencias de la Salud, así como de otros textos normativos que se pueden consultar desde la propia web de CESM CYL.
Adicionalmente está la jornada complementaria -guardias-, en turnos de 17 o 24 horas que se cumplen de lunes a viernes no festivos de 15.00 a 8.00 horas del día siguiente y en sábados, domingos y festivos de 8.00 a 8.00 horas del día siguiente. Durante este año se puede realizar un máximo de 834 horas anuales, resultado de restar la jornada máxima a las horas de jornada ordinaria. El precio de hora de guardia se consiguió modificar tras la huelga de residentes en Castilla y León de septiembre de 2020.
También se refirió a la jornada máxima, que está en 2.304 horas anuales, y que desde 2009 impide a los residentes superar esta máxima, salvo en el caso de la jornada especial únicamente cuando existan razones organizativas o asistenciales que lo justifiquen, previa oferta expresa del centro sanitario y mediante aceptación -teóricamente- por escrito y libremente del consentimiento del trabajador, y puede ser un máximo de 150 horas anuales, lo que haría la quinta guardia a la que se puede aspirar.
Por último, respecto a los días de descanso estipulado para Castilla y León, Cerecedo recordaba que había 22 días hábiles de vacaciones a disfrutar en periodos semanales ordinarios preferentemente durante los meses de junio, julio, agosto y septiembre hasta el 15 de enero del año siguiente. Además están los días por asuntos particulares o de libre disposición, que son 6 días hábiles + 2 en 2021 debido a que 1 de mayo y 25 de diciembre cayeron en sábado y 24 y 31 de diciembre se consideran como jornada efectivamente trabajada. La Instrucción 14 de la Dirección General de Profesionales de 30 noviembre 2020 señala también dos tipos de descanso que deben respetarse, como es el diario (12 horas entre el fin de una jornada y el comienzo de la siguiente) y el semanal, que son 24 horas (a las que se añaden las 12 del descanso diario hasta las 36 horas semanales en descanso) o el descanso alternativo, que son 72 horas de descanso ininterrumpidas en un periodo de 14 días en caso de que por razones del servicio no se haya podido disfrutar de las 36 horas de descanso semanal.
En Castilla y León, además, hay un acuerdo de CESM de 2012 que establece una ponderación de jornada que no existe en otras comunidades autónomas. «Cualquier guardia menos las del viernes o las del sábado, se produce una minoración de jornada en 5 horas de trabajo +2 horas de formación continuada, que es la forma de justificar la libranza del día siguiente tras una guardia. Esto no se cumple el sábado porque no se considera que se siga de jornada laboral y es el motivo por el que no estamos librando», exponía Cerecedo.
Por último se establecía el matiz de que el tiempo de trabajo son 7,5 horas diarias, lo que incluye tanto asistencia como docencia e investigación, y la docencia incluye los cursos obligatorios a los que la gerencia obliga a los residentes a asistir. «Al ser horas de docencia debería contabilizar como tiempo de trabajo, hacerse de mañana o en caso de ser tarde como se hace pagarse y contabilizarse como formación continuada al ser jornada complementaria que excede de la ordinaria. Debería respetarse porque a día de hoy no es así», sentenciaba.
Huelga en Comunitat Valenciana
A continuación tomó la palabra Cristian Herrera García, R5 de Medicina Interna del Hospital General Universitario de Alicante, que explicó lo que hubo que hacer para mejorar las condiciones de los residentes en su comunidad como exmiembro del Comité de Empresa que negoció la salida de huelga. Allí hay además -del RD 1146/2006, ‘estatuto del residente’- dos grandes leyes, que son la Orden 1999 del régimen de prestación de guardias médicas y el decreto 137/2003 con varias actualizaciones posteriores.
Respecto al decreto, Herrera matizó que el número de guardias obligatorias son las definidas en el programa formativo para cada especialidad y esto varía entre 3, 4 o 5. También se puede reducir esa jornada en casos concretos y en casos de que se consigan mejoras por cualquier tipo de pacto o acuerdo para adjuntos también se aplican a residentes siempre y cuando les beneficie. El BOE que publica el RD 1146/2006 recoge también que partir del 1 de agosto de 2008 la jornada máxima será de 48 horas semanales de promedio en cómputo semestral.
Respecto a su comunidad, la legislación básica (Orden de 21 de marzo de 1999, de la Conselleria de Sanitat) el descanso tras una guardia de 24 horas es obligatorio y remunerado, las de domingo y festivos especiales o locales generan un día de compensación que se adiciona al periodo vacacional, las guardias de sábado no generan libranza y las obligatorias son 3 al mes (36 al año, que en caso de necesidad de sobrepasar se repartirá de forma homogénea por todos los trabajadores) y a partir de las 36 guardias al año cada 3 días genera un día de compensación que se adhiere a las vacaciones. A los residentes esto no se les estaba aplicando. Por su parte, el decreto 137/2003 señala que la jornada ordinaria es de 7 horas y 20 minutos a la semana de 8.00 a 15.00 de lunes a viernes mas un sábado de cada tres. Se fija un descanso de la jornada ordinaria al día siguiente de una guardia de 24 horas, las guardias de sábado restan una jornada ordinaria de sábado y suponen que no se pueda hacer guardia al fin de semana siguiente.
«Todo esto es muy bonito, la legislación está bien hecha pero el problema es que no se aplica. No se cumple la normativa, la formación es escasa, nos tratan como mano de obra barata, sin supervisión adecuada, y al final decidimos reivindicar nuestros derechos, nos unimos y organizamos la huelga», exponía antes de compartir las que fueron sus reivindicaciones de cara a la huelga (descansos, horas de conciliación, ajuste de formación, desaparición de listas negras, buena docencia, espacios de descanso dignos, etc). Recordando que desde abril hasta julio estuvo convocada la huelga con seguimiento masivo -la más larga de médicos que ha habido en España, 2o2 días-, expuso que tras mucha lucha se consiguieron medidas que benefician notablemente. «Lo principal, cumplir la normativa vigente, que no se hacía. También que se forme un órgano supervisor de las condiciones MIR, circular anual a las gerencias recordando los derechos de los residentes, 5 guardias máximas al mes (de media) mas días de compensación, plan de conciliación familiar y aplicar todos los beneficios correspondientes al personal estatutario», señalaba.
En cuanto a mejoras, se consiguió una mayor supervisión del residente en Urgencias, eliminación de listas de sustitución, 10 días libres para congresos y cursos, 2,5 horas a la semana dentro de las jornada laboral exclusivos para formación, compromiso para eliminar las camas calientes y un aumento de sueldo de 38 euros al mes. Sin embargo, a pesar de que el 8 de febrero se firmara el acuerdo, aún no ha aparecido en el boletín oficial, por lo que no se está aplicando como tal. «Llevamos meses reclamando: conseguimos que el 22 de abril a través de normativa interna se aplicara el convenio a los residentes que terminaban en mayo y pudieron utilizar estos días que tenían pendientes. En el caso de la paga, se aplicaría de manera retroactiva desde enero. Seguimos peleando para que se aplique», argumentaba Herrera.
«Los residentes no tenemos esa conciencia de clase como otros colectivos, aceptamos que esos abusos son necesarios, temporales y no los luchamos, lo que no es cierto. La lucha laboral es necesaria y obligatoria»
A modo de conclusiones, el residente de Interna resumía su exposición en que «las leyes no se cumplen para el colectivo MIR, no solo aquí sino en la mayoría de hospitales y comunidades, es nuestro deber reclamarlas y hacer que se cumplan. Los residentes o médicos no tenemos esa conciencia de clase como otros colectivos, aceptamos que esos abusos son necesarios, temporales y no los luchamos, lo que no es cierto. La lucha laboral es necesaria y obligatoria, todos deberíamos conocer las leyes que nos regulan y que se apliquen, porque la Administración no va a cambiar las cosas, vamos a ser nosotros reclamándolo los que lo consigamos. Las organizaciones sindicales, en este caso CESM, y las asociaciones de defensa de los derechos médicos son imprescindibles para cambiar las cosas y la huelga es una herramienta más en determinados momentos», concluía.
Baleares reclama el fichaje
El último ponente de esta primera mesa fue Carlos García, R3 de Oncología Radioterápica del Hospital Universitario Son Espases de Mallorca, quien explicó brevemente la situación en Baleares, con 6 hospitales que reciben residentes (4 en Mallorca, 1 en Ibiza y otro en Menorca). En el suyo, en concreto, de referencia de tercer nivel, donde por lo general se trabaja de 8.00 a 15.00 horas, aunque hay especialidades con mayor carga donde los residentes están saliendo a las 16.00 o 17.00 horas. Esto supone que muchas veces ni siquiera comen, y cuando tienen un hueco para hacerlo, no se les paga la dieta. En el momento en que esto es recurrente, se reclama, porque hay un exceso de horas que no se registra en ningún sitio y que no se compensan de ninguna manera. Allí, explicaba, no hay fichaje implementado aún, aunque se ha reclamado al IBsalut sin que hayan obtenido respuesta. «Cuando tengamos esto registrado, podremos ir a la Administración y reclamarlo», decía.
En cuanto a las guardias, las de urgencias se hacen entre semana de 15.00 a 8.00 horas del día siguiente, y en fin de semana se hacen de 9.00 a 9.00 horas del día siguiente. Una de las quejas de los residentes es que al salir deben subir a ‘saludar’ al Servicio, lo que supone que a veces se les hace quedarse, pese a estar cansados, agotados, lo que no deja de ser algo ilegal. «Ese exceso de horas por la mañana tampoco queda registrado en ningún sitio y por tanto tampoco se compensa de alguna manera. Ahora estamos consiguiendo que las unidades docentes nos apoyen con la libranza de las guardias de sábado, pero aquí no tenemos legislación propia. Al final queda un poco a merced de un pacto entre residentes y sus tutores«, exponía.
García señalaba que el año pasado formaron un pequeño comité, que ha conseguido judicializar la paga extra, estamos a la espera de que se nos pague como está regulado. También se han cambiado las habitaciones acabando con las ‘camas calientes’, los residentes ya no tienen que compartir en una guardia la misma cama, y hemos promovido la libranza de los lunes. Estamos a la espera de negociar un convenio MIR autonómico, confiamos en que después de verano podamos retomarlo», sentenciaba.
En el turno de preguntas, Carolina Pérez interpelaba a los ponentes sobre si en sus respectivos hospitales se respetaba el número máximo de 5 guardias, a lo que Ricardo, de Familia, admitía que sí se suele cumplir aunque no haya ningún acuerdo escrito. «Ahora bien, en el caso de muchas especialidades, sobre todo médicas-quirúrgicas, no se cumple. Son imposiciones del adjunto y no se quejan explícitamente pero se sabe que no se cumple, se hacen 7, se quedan al día siguiente, etc. Nadie quiere ser la cabeza de turco que lo saque a la luz pero hay servicios donde no se respeta. Yo intento animar a la gente para que los residentes sepáis hasta qué punto se puede imponer y dónde puedes tener tú interés personal para quedarte de manera opcional», recordaba.
Sobre si ha habido represalias en algunos servicios, especialmente quirúrgicos, con algunos residentes que hayan reclamado sus derechos, Cristian Herrera respondía que represalias como tal no, pero que en la huelga de su comunidad hubo bastantes abusos, especialmente de gerencias, y hubo que poner denuncias porque muchos servicios se tomaron la huelga como si fuera muy personal en lugar de ver que era contra la Administración por no respetar sus derechos. «Algunos incluso amenazaron a sus residentes por el hecho de hacer huelga. A día de hoy, tras toda la reivindicación, no sólo fue algo que conseguimos a nivel legal, sino que hicimos ver a la gente que los residentes tenemos condiciones denigrantes en nuestro trabajo, que merecemos que se respeten nuestros derechos y es verdad que poco a poco esas reclamaciones que nos llegaban han ido disminuyendo. La lucha, sin embargo, está ahí, tenemos que seguir reivindicando nuestros derechos y mirando por el bien del colectivo, porque al final si no lo hacemos nosotros no lo va a hacer nadie», decía.
Por su parte Carlos García no reconocía ninguna represalia en este sentido, ya que poder llegar a pactos con el tutor allana el camino, ‘entra mejor’ al resto de personas del Servicio y al jefe del mismo. En cuanto al número de guardias, en Son Espases pueden hacer hasta 7 guardias si quieren pero por lo general se hacen 5 al mes si se hace sólo de Urgencias, pero como muchas especialidades hacen también de tardes, se reducen las de Urgencias para hacer también las tardes y no sobrecargarse de trabajo. «Lo que sí hemos visto es que a raíz de una instrucción desde el IBsalut de 2012 que limita las guardias a 87 horas máximas, en algunas unidades docentes no se permite hacer más de 4 guardias al mes, y esto a algunos residentes no les gusta porque te limitan poder ganar más, y tenemos que ver qué podemos hacer por ser regulación autonómica», señalaba.
En los momentos finales, Javier Álvarez quiso exponer la situación en Cantabria, no muy diferente de lo señalado antes. El número de guardias legal es entre 4 y 5 al mes, sin embargo «hay un inciso en la normativa que dice que no se harán en ningún caso más de 7 al mes, y parece que muchos servicios se agarran a eso diciendo que se harán 7 obviando el número de horas. Por otro lado, hay que tener en cuenta que no todas las especialidades son iguales, es una lucha colectiva para avanzar pero también individual, no hay soluciones fáciles. El sueldo que te queda sin guardias es raquítico, hay muchos que prefieren hacer más guardias para cobrar un poco más», puntualizaba.
«Si ocurre algo mientras estás saliente de guardia y te has quedado trabajando, estás desprotegido legalmente, ya que por ley deberías estar librando»
La última pregunta es sobre si está cubierto legalmente un residente que trabaja durante la libranza, a lo que Ricardo respondía que no, porque en el momento que estás saliente de una guardia, estás teóricamente librando. «Cualquier cosa que ocurra durante una libranza no es iatrogenia, es negligencia. Si estás en una cirugía y te ocurre cualquier error estás totalmente desprotegido porque deberías estar librando por ley. Hay antecedentes y siempre estás desprotegido», recordaba.
Carolina Pérez ponía voz a un matiz que hacía Tomás Toranzo, presidente de CESM vía chat, explicando que el límite de 7 guardias que exponían algunos programas de algunas unidades docentes son totalmente ilegales, no pueden ir en contra de una normativa superior que es la que se ha comentado en la mesa. También otro matiz introducía Cristian Herrera respecto a esas guardias mensuales, señalando que el límite de 5 al mes puede ser que se hagan una vez 4, otra vez 6, no que sean 5 todos los meses. Si al hacer el cómputo final se ve que se han hecho más de 55 anuales, habrá que dar los días correspondientes de compensación.
Sobre la implicación y el conocimiento de la normativa de los jefes de estudio, Javier Álvarez lamentaba que éstos suelen delegar en tutores y que no se suelen meter, aunque deberían hacerlo, y se limitan como mucho a arbitrar si hay algún conflicto entre un residente y su servicio. García admitía que en Baleares era igual, «apoyan la normativa pero no se emiten comunicados ni se persiguen a jefes de Servicio donde se incumplen requisitos, nos gustaría que Jefatura de Estudios hiciera un esfuerzo en ser más proactiva y acercarse un poco al problema para solventarlo». En el caso de Castilla y León, docencia sí que ‘se moja’, suelen apoyar, pero «en el caso de libranza de los sábados, a la que llegamos a un acuerdo con la Administración, nuestra jefa de docencia no solo no nos ha ayudado sino que es la principal garante de que no se respete», lamentaba Ricardo, concluyendo así esta primera mesa.
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