Aviso legal

Utilizamos cookies propias y de terceros para fines analíticos y para mostrarte publicidad personalizada en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación (por ejemplo, páginas visitadas). Para más información consulta nuestra política de cookies. Puedes Aceptar, Rechazar o Configurar las cookies, pulsando los botones dispuestos para ello:

       


OPINIÓN >> Que no os extrañe

.

Publicado el 25/06/2021
 Artículo elaborado por nuestra delegada en el área 4 de salud, Cristina Naranjo Fernández, y publicado en prensa local de la Comarca del Noroeste

Publicado el 24 de junio en El Noroeste Digital
 
Comienzo a escribir estas líneas con el propósito de transmitir la realidad encrudecida que vive nuestra área de salud.

El área 4 de salud es un área periférica dentro de la Región de Murcia. Abarca una gran extensión y cuenta con la peculiaridad de disponer de un amplio abanico de puntos de atención sanitaria. Cuenta con un número considerable de consultorios, en los que están incluidos los Puestos de Especial Aislamiento, seis zonas básicas de salud y sus respectivos centros de salud (dos de ellos, con SUAP: Servicio de Urgencias de Atención Primaria), una Unidad de Emergencias Médicas Extrahospitalaria (UME), un centro de salud mental y el Hospital Comarcal del Noroeste.


Con esta diversidad de puntos de asistencia sanitaria, un ciudadano puede llegar a creer que disponemos de todo ello porque la dotación en recursos y personal médico es proporcional y suficiente para dar semejante cobertura. Sin embargo, no es así.


Nuestra área siempre ha sido una de las áreas con menor inversión en temas de Sanidad, tanto en recursos humanos como materiales. Tristemente, este entramado sanitario se ha ido sosteniendo –a duras penas- gracias al trabajo, tesón, sacrificio e imaginación de unos pocos que han sabido mantener esto adelante.


Esos pocos, ahora me refiero a nuestros médicos, ven con frustración, impotencia y preocupación esta situación: aún poniendo todo su empeño, la maquinaria se ha parado.


¿Y por qué se ha parado? Porque nuestros servicios y especialidades, en el Hospital Comarcal del Noroeste, han sido dotados de un número muy limitado de facultativos. Contamos con especialidades con solo 3 o 4 médicos. Incluso existen especialidades con un solo médico al frente. Los recursos, lejos de crecer, han ido menguando.


¿Por qué ocurre esto? La escasa inversión en nuestra área no nos ha permitido crecer al ritmo necesario. Esto ha supuesto que las unidades y servicios con tan poco personal médico se hayan mantenido sin crecer y sin poder incorporar nuevas técnicas, puesto que el personal que tiene que aplicar e indicar dichos avances son los propios médicos.


Ahora que estamos en un año futurista, sí, el año 2021, tras el paso de una pandemia devastadora que solo ha potenciado ciertas medidas sanitarias, sumado al insignificante incremento de plazas MIR por parte del Gobierno central, tenemos muy pocos médicos recién formados y muchísima oferta de trabajo en todo el sistema sanitario nacional.


Los hospitales grandes suelen contratar a los médicos recién formados, ya que necesitan cubrir sus infraestructuras bien dimensionadas, mientras que en los hospitales y centros de salud de las áreas comarcales ocurre todo lo contrario… nos quedamos sin médicos.


Por eso, de ahora en adelante, no sería de extrañar que cuando un paciente necesite ir al dermatólogo, no se le podrá citar hasta dentro de muchos meses; o que, cuando un paciente necesite ir a una consulta de rehabilitación, le citarán con un retardo de 2 o más meses; o cuando tenga que ser valorado por un neurólogo, se le dirá que no hay agenda disponible…

El motivo de ello es, simplemente, que no hay médicos especialistas en el hospital.

Cuando el paciente llegue al hospital para el ingreso por un ictus o una neumonía de etiología indeterminada, quizá no le pueda atender un neumólogo o neurólogo porque –con suerte- solo estará disponible un médico especializado para toda al área. Quizá ni tan siquiera uno.


¿Entendéis lo importante que es reivindicar y cuidar a los médicos siempre y en áreas como la nuestra?


Me gustaría recordar que esta problemática no solo afecta a la atención en los hospitales, sino también a la asistencia en Atención Primaria. El primer nivel asistencial tampoco cuenta con una plantilla suficiente. Los compañeros están alcanzando hasta 60 pacientes por consulta de mañana y aún no hemos llegado a tener que cubrir a los compañeros en periodo de vacaciones. En este caso, la cifra de pacientes para atender asciende hasta los 80 o más.


Posiblemente, pensaréis que la atención sanitaria hay que prestarla aunque el médico muera en el intento… Cuando ya no quede un solo médico que pueda sostener este maltrato y esta carga de trabajo, ¿quién atenderá a la población? ¿Quién blindará la atención sanitaria? Y lo que es más difícil… ¿de qué forma se puede prestar asistencia cuando no hay tiempo material para dedicarle al paciente, cuando no se le puede citar cuando lo necesita o cuando no se le puede aplicar un tratamiento?


Pues, aunque parezca imposible, este es el escenario al que hemos llegado en este futurista mundo del siglo XXI y del que nadie nos va a sacar si no luchamos.
Los médicos deseamos, queremos y estamos cualificados para dar una atención amplia y especializada, pero necesitamos a los ciudadanos de nuestro lado. Urge que la Administración incentive a los médicos para trabajar en áreas y Puestos de Difícil Cobertura y que se exija la mejora de las infraestructuras en las que nuestros profesionales puedan desarrollar –con la profesionalidad que les caracteriza- su trabajo ante la multitud de situaciones patológicas de sus pacientes.


Por todos estos motivos hemos estado saliendo a las puertas de los centros de salud y hospitales de la comarca: para lanzar un grito de auxilio.


Queremos poder volverá a hacer Medicina, nuestra Medicina, regresar a un trato humano con el paciente, a poder acompañar al enfermo en las adversidades de su proceso hasta el final.
Pero si no hacemos nada, que no os extrañe que eso no pueda volver a ocurrir.

.