Aviso legal

Los médicos somos esos profesionales que precisan once años para su formación como especialistas. Durante ese proceso, que incluye trabajo a destajo y atender a un número creciente de pacientes en un horario infernal –por ejemplo, las guardias de 24 horas-, recibe un salario con recortes acumulados desde hace una década y, en un elevado porcentaje, trabaja con un contrato temporal e inestable.
Durante años, la política de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud y, por ende, del Servicio Murciano de Salud, ha consistido en crecer a costa de un empleo sin calidad y en precario. Esto ha provocado la descapitalización de su activo más valioso: los médicos, quienes han preferido –en muchas ocasiones- aceptar ofertas laborales con condiciones más dignas y mejores retribuciones en países de nuestro entorno europeo.
Son muchos los compañeros que han optado por la emigración antes que tener que enfrentarse a décadas de incertidumbre en nuestro país y la realidad es que el problema se agrava, año tras año. En el año 2019, el Ministerio de Sanidad cifraba el déficit de médicos del Sistema Nacional de Salud en unos 12000, con la previsión de que este número iría en aumento en los siguientes años.
En la Región de Murcia, en concreto, la tasa de médicos por cada 100000 habitantes nos sitúa por debajo de la media nacional. Según los estudios de Demografía Médica de la Organización Médica Colegial y el estudio realizado en la Región de Murcia por el Sindicato Médico CESM sobre la necesidad de especialistas, la media nacional está en 476 y la media murciana es de 450.
Desde el Sindicato Médico CESM, llevamos años denunciando esta falta de médicos en nuestra Comunidad Autónoma, concretamente 700 facultativos entre todos los ámbitos. 
A esta nefasta política de Recursos Humanos practicada en el Sistema Nacional de Salud, basada en la contratación de empleo en precario y sobrecarga laboral de los profesionales, añadimos unas Ofertas de Empleo Público (OPE) que tardan años en resolverse en el sector sanitario.
No es un problema nuevo: lo arrastramos desde hace años. Mientras otras Consejerías resuelven sus procesos selectivos en un plazo razonable, en el ámbito sanitario surgen todo tipo de escollos. No es un problema exclusivo de la Región de Murcia, pero no por ello deja de ser importante, dadas las graves repercusiones que conlleva.
Muchos facultativos opositores no lo hacen exclusivamente en nuestra Región, sino que son aspirantes a una plaza en varias Comunidades Autónomas, en fechas diferentes.
La Comunidad más ágil y rápida en resolver su OPE sanitaria se encuentra con que los médicos se encuentran en la coyuntura de elegir entre tomar posesión de una plaza fija que hayan podido obtener en una OPE o continuar en otro proceso que no sabe cuándo finalizará, ni qué resultados obtendrá. Finalmente, el facultativo opta por lo primero.
El Servicio Murciano de Salud, que no suele ser ágil ni rápido en la resolución de estos procesos, no ofrece garantías a sus opositores en los plazos y acaba perdiendo a sus facultativos. Hoy por hoy, es muy complicado rellenar esa carencia de médicos con las condiciones de trabajo que se les ofrece en nuestra Región.
El origen de esta problemática es multifactorial. Es cierto que la Administración dispone de unos plazos estipulados y necesarios para la resolución de una OPE, pero también es cierto que no hay consecuencias ni soluciones cuando la Administración incumple estos plazos.
El Servicio Murciano de Salud carece, además, de un Decreto de Selección y Provisión, algo que también hemos reclamado desde CESM. Esta carencia obliga a la negociación de cada proceso, lo que ralentiza todavía más la resolución.
Los baremos que se consensuan son muy complejos en el caso de los facultativos y cambian en cada proceso; son diferentes en las Bolsas de Trabajo de cada especialidad, en cada OPE y en cada Concurso de Traslados. Esto obliga a una rebaremación de cada aspirante para cada proceso, algo que carece de toda lógica, además de la importante inversión en Recursos Humanos y tiempo que supone.
La resolución sine die de estas OPE hacen que el aspirante no pueda consolidar sus planes de futuro, ya que desconoce cuál será su destino profesional definitivo, obligando a muchos de ellos a escoger opciones seguras, aunque no sean las deseadas. 
El resultado es que una OPE que debería dotar a nuestra Región de las plantillas necesarias y estables de facultativos produce el efecto contrario, es decir, el abandono de algunos aspirantes por falta de garantías. Esto es algo que no nos podemos permitir con unas plantillas –como he indicado anteriormente, por debajo de la media nacional- insuficientes para cubrir las necesidades asistenciales de la población.
Por tanto, es urgente y esencial la inmediata resolución de las OPE en curso en el Servicio Murciano de Salud, pero también son fundamentales las soluciones a largo plazo para que no se produzcan estos atascos en el transcurso de un proceso selectivo.
Necesitamos el abordaje del Decreto de Selección y Provisión para que permita la agilidad y solvencia en los procedimientos.
Desde el Sindicato Médico CESM, hemos trasladado todas estas cuestiones al Servicio Murciano de Salud de forma reiterada, en cada reunión y encuentro de trabajo en el que hemos tenido ocasión. Esperamos que nuestra preocupación por las condiciones de trabajo de nuestros profesionales y por la calidad de la asistencia que reciben nuestros pacientes –quienes finalmente son los que sufren las deficiencias del sistema, los retrasos y las listas de espera por la infra dotación del número de médicos- sean escuchadas.