OPINIÓN >> La difícil conciliación de la vida familiar en la Medicina
Publicado el 08/03/2021
Artículo elaborado por nuestra delegada, tesorera y portavoz, María José Campillo, con motivo del Día Internacional de la Mujer
Si algo caracteriza a la noble profesión de la Medicina son las largas jornadas de trabajo, en las que tras una agotadora jornada ordinaria hay que seguir con lo que recibe el nombre, eufemísticamente hablando, de ‘jornada continuada’, más popularmente conocidas como guardias. Las guardias nacieron pensando en que hubiera facultativos disponibles para situaciones urgentes en materia de salud, pero hoy en día se han convertido en un trabajo a destajo que, paradójicamente, aun cuando se realiza en tramos nocturnos o festivos, se paga por debajo de la hora ordinaria y no se cotiza por ese periodo por haber superado ya la cotización máxima con la jornada ordinaria. El sistema de guardias permite a la Administración mantener una asistencia de 24 horas al día los 365 días del año con una plantilla relativamente pequeña de médicos y ahorrando costes. Al médico el sistema de guardias le produce una honda insatisfacción, además del desgaste emocional y físico que supone. Mas como el sistema es perverso, el salario base del médico es mileurista y más de la mitad de su retribución es lo que percibe por las guardias que realiza. Cada vez son mas las voces dentro de la medicina que claman por que haya cambios en la jornada de trabajo que no obliguen al médico a trabajar 24 horas seguidas, aunque esos cambios deben de ir acompañados de otros que hagan que las retribuciones no se minoren si desparece el sistema de guardias. Pero si de por sí es complicado aguantar 24 horas seguidas trabajando, las dificultades aumentan cuando se tienen hijos pequeños.
Para cualquier madre, marchar de casa tras la baja maternal para reincorporarse al trabajo y dejar al bebe al cuidado de abuelos, cuidadores, etc., es duro, pero si el tiempo de trabajo es de 24 horas, se vuelve a veces misión imposible. Si además hablamos de una familia monoparental o de una pareja de médicos en la que ambos tienen guardias los problemas crecen.
Existen leyes que abogan por la conciliación de la vida familiar, pero ¿qué conciliación es posible cuando a la jornada ordinaria tienes que añadir las horas de guardia? Las reducciones de jornada para cuidado de hijos menores sólo contemplan la reducción de la jornada ordinaria, y el hecho de poder minorar las horas de guardia depende sobre todo de las necesidades del servicio y del número de facultativos que tenga éste.
Tradicionalmente en nuestro país el cuidado de los hijos, de los mayores y del hogar suele correr a cargo de la mujer, algo que va cambiando muy lentamente a favor de un reparto equitativo de tareas en las parejas. Esto condiciona la carrera profesional de las médicas, desde la elección de la especialidad, buscar trabajos en los que no tengan que hacer guardias que las separen tantas horas de sus hijos, rechazar puestos directivos que impliquen una mayor disponibilidad horaria o pedir una excedencia para cuidar a sus hijos o los mayores a su cargo.
La brecha salarial en Medicina es una realidad en una profesión donde la feminización es un hecho y donde no existen diferencias retributivas entre hombres y mujeres, aunque la masa salarial de las medicas año tras año es inferior a la de los médicos. En una profesión donde la mujer supone el 70% de las nuevas generaciones el número de excedencias por cuidado de hijos o de mayores es muy superior en ellas, además de que los puestos directivos sin embargo están ocupados mayoritariamente por ellos. Añadamos que durante la incapacidad temporal por embarazo, maternidad, lactancia o paternidad a pesar de que la ley de Prevención de Riesgos laborales dice claramente que no puede existir una discriminación retributiva por estas causas, son pocas las comunidades donde se pague el prorrateo de guardias, algo que desde la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos llevamos mucho tiempo peleando y no dejaremos de hacerlo hasta conseguir que se pague en todo el territorio nacional, ya que es otro motivo mas que aumenta la brecha salarial que la misma Administración dice combatir, pero que mantiene las situaciones que la producen como esta.
Es evidente que tenemos que avanzar en la educación de los menores para que el reparto de tareas, incluido cuidado de hijos o de mayores, sea una realidad en las parejas. Pero también es evidente que al actual sistema de trabajo de los médicos prácticamente los aboca a tener que tomar excedencias para el cuidado de hijos o mayores por la dificultad de conciliar vida familiar y laboral con los turnos actuales de trabajo. Es necesario por tanto avanzar en nuevas modalidades de jornada que no supongan en ningún caso una perdida retributiva, y que se amplíen las plantillas de facultativos para permitir la minoración de guardias en los casos de reducción por cuidado de hijos.
Es necesario, además, explorar una mayor flexibilidad horaria y nuevas modalidades de trabajo por las que puedan optar progenitores con hijos menores o con mayores a su cargo como puede ser el teletrabajo.
Desde los Sindicatos Médicos CESM vamos a seguir luchando por que la brecha salarial desaparezca de la Medicina, por que la conciliación de la vida familiar sea una realidad y por que se pague el prorrateo de guardias en los casos de incapacidad temporal por maternidad, embarazo y lactancia. pero también cuando se trata de una enfermedad común o un accidente laboral en todo el territorio nacional. Desde los Sindicatos Médicos CESM seguiremos luchando por que haya nuevas modalidades de trabajo y de jornadas de trabajo sin que se produzca una minoración de las retribuciones, y que las horas extraordinarias -que es lo que son en realidad las guardias- coticen y se cobren a un precio mayor de la hora ordinaria. Desde los Sindicatos Médicos CESM seguiremos luchando por que los médicos y las médicas puedan hacer su trabajo de la mejora manera posible, lo que repercutirá de forma beneficiosa en sus pacientes, pero sin olvidar que también los que nos cuidan necesitan cuidados, como personas y como trabajadores.