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OPINIÓN CESM>> La era de la mujer

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Publicado el 08/03/2024
Artículo elaborado por nuestra delegada, Cristina Naranjo y responsable de igualdad publicado en prensa regional  

Publicado en Diario La Opinión el 8 de marzo de 2024
 
Se dice que estamos en una etapa futurista abierta a generar nuevos horizontes, nuevos retos laborales y minimizar los obstáculos que puedan surgir por el camino. En las últimas décadas, se han producido cambios en la sociedad, en la política y en la economía centrados en cambiar el rol de la mujer y darle el lugar que le corresponda. Este fenómeno ha sido denominado por algunos como la era de la mujer porque la empodera, favoreciendo que logre objetivos que antes no estaban a su alcance por su género. Y se le llama igualdad de género. 

Mi nombre es Cristina, soy médica especialista y mujer. Delegada del Sindicato Médico de la Región de Murcia y, actualmente, responsable en materia de Igualdad de esta organización.
En este Día Internacional de la Mujer, quiero abordar las luces y sombras del papel de la mujer trabajadora dentro del Servicio Murciano de Salud (SMS) y, más concretamente, dentro del colectivo médico. Para ello, empezaré con un pequeño repaso normativo de lo existente en este ámbito de la igualdad de género en el SMS.
En el año 2014, se aprobó el primer protocolo de actuación para la prevención del acoso sexual y por razón de sexo en el ámbito de la Administración Pública de la Región de Murcia.  En el año 2017, el protocolo de actuación para la prevención y actuación en casos de violencia de género en la Administración Pública de la Región de Murcia. Ambos protocolos están actualmente en vigor.
En 2016, se aprobaron los planes para la igualdad entre mujeres y hombres en la Administración Pública de la Región de Murcia 2016-2017.  Sin embargo, el primer plan de igualdad propio del SMS que debía ver la luz en el año 2016 tras el acuerdo firmado en Mesa Sectorial, no llegó a hacerlo.
 
Cinco años más tarde, en el año 2021, se constituyó la Comisión de Igualdad del SMS, integrada por representantes de la Administración y miembros sindicales. Es en abril del año 2023 cuando se publica el segundo Plan de Igualdad del SMS aprobado por la Comisión, un plan ambicioso que –actualmente- se encuentra en la fase IV de implantación y seguimiento.
 
Gracias a este plan se han puesto en funcionamiento, por primera vez, los equipos de apoyo para tratar posibles víctimas de acoso sexual o por razón de sexo y de víctimas de violencia de género de trabajadoras del servicio público de salud murciano. Con tan poco recorrido, es importante señalar que están a pleno rendimiento.
 
Otros logros conseguidos para la mujer trabajadora del SMS y también peleados concretamente por el Sindicato Médico son los siguientes:
 
La conciliación familiar y laboral para los padres y madres que tienen hijos menores de 12 años a su cargo o mayores con discapacidad, pudiendo rechazar contratos que rompan esta conciliación ofertados por bolsa de trabajo ordinaria (sea por distancia, por organización del propio centro, etc.) sin recibir sanción alguna. 
 
La mujer en cualquier proceso derivado del embarazo y el hombre que es padre y está en periodo paternal o de lactancia, cuando se les ofrece un contrato nuevo, este empieza a computar y cotizar desde su inicio. No es un contrato vacío que se retrase a tales efectos hasta su incorporación física, como ocurría antes. 
 
El SMS ha avanzado un poco más y adaptó su norma con respecto a la mujer trabajadora embarazada:
 
Además del permiso retributivo existente desde el primer día de la semana 37 de embarazo que aprobó la Administración en el BORM de noviembre del 2015, añadió una medida nueva de conciliación y apoyo a la maternidad consistente en un permiso retribuido de 5 días hábiles para las mujeres embarazadas a disfrutar entre la semana 33 y 37 de embarazo.
 
Sin embargo, la situación real laboral de la mujer médico trabajadora del SMS aún deja mucho que desear cuando se queda embarazada.  Es bien conocido por la población que las guardias son la actividad complementaria obligatoria en, prácticamente, todas las especialidades.
 
Para la adaptación del puesto de trabajo, el servicio de riesgos laborales normalmente recomienda la exención de guardias, pero sin un criterio unánime para todas las médicas embarazadas, cuando deberían suspenderse siempre. 
 
Es el propio SMS, en 2008, el que establecía que las medidas de adaptación incluirán, cuando resulte necesario, la no realización de trabajo nocturno o de trabajo a turnos.  Sin embargo, en los casos en los que se le realiza la exención de guardias a la médica embarazada por la adaptación de su puesto de trabajo, no se procede a su retribución de oficio, al no venir recogido en las últimas instrucciones publicadas por el SMS. Estas instrucciones sólo contemplan el pago de guardias que se dejan de hacer durante el riesgo en el embarazo, el permiso maternal/paternal y la lactancia de riesgo (situación meramente anecdótica). Significa que, si siguen trabajando, no se les retribuirá en el promedio que se les realiza para el periodo de riesgo en el embarazo y el permiso de maternidad, lo que se traduce en una pérdida retributiva y un agravio comparativo con el hombre, dado que a él no le repercute esta situación por su condición biológica.
 
En los servicios públicos de salud de otras comunidades autónomas como Madrid, Aragón, Comunidad Valenciana y Baleares, la exención de guardias es retribuida en la adaptación del puesto de trabajo, IT en relación al embarazo, riesgo en el embarazo, durante el permiso maternal y la lactancia natural, desde su inicio. Existen diferencias entre los diferentes servicios de salud autonómicos, pero la tendencia es avanzar hacia la equidad. A esto, están ayudando la multitud de sentencias ganadas emergentes por casos particulares. 
 
Tras estos datos, es evidente que en materia de igualdad de género existe una clara merma retributiva en el perfil médico por el hecho de ser mujer; una brecha más acentuada todavía cuando la médica es una MIR en formación, ya que su sueldo base es muy inferior y no suelen percibir la remuneración de las guardias suprimidas por su gestación. 
 
He de añadir que, en la adaptación del puesto de trabajo por el servicio de riesgos laborales de la médica embarazada, la realidad es que la estimación de la mutua para conceder la baja por riesgo en el embarazo se sitúa, en la mayoría, entre las semanas 32-37 de gestación, generalmente. Llama la atención cómo difiere de otros colectivos de trabajadoras dentro del propio servicio de salud, los cuales reciben la baja por riesgo en el embarazo mucho antes. Nos gustaría que existiese transparencia para conocer las tablas de evaluación de riesgos en las que se basan, sin olvidar que la exposición a riesgos biológicos, físicos, químicos, ergonómicos y psicosociales deben evaluarse de manera individualizada (tal como recoge el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo). 
 
Para terminar este repaso normativo, me gustaría señalar la dificultad para conciliar la vida laboral y familiar a la que se enfrentan la mayoría de madres y padres que acaban de serlo, inherentes a la realización obligatoria de sus guardias. Nuestras guardias son de 17 y 24 horas, tiempo que nos ausentamos del hogar cuando los niños son todavía dependientes de sus padres. Tal es la necesidad de que se regularice la posibilidad de mantener la exención de guardias hasta -al menos- el primer año de vida del bebé, que existen servicios en los que entre los propios compañeros liberan al que ha sido padre o madre por tener un hijo recién nacido de la obligación de hacer sus guardias, a costa de asumirlas ellos mismos en un gesto de empatía, comprensión, solidaridad y sentido común.
 
Es triste que este gesto, que se ve totalmente altruista, no sea una realidad establecida por norma por el propio SMS. Por ejemplo, otros servicios de salud públicos, como el de la Comunidad Foral de Navarra, exime de las guardias durante el primer año de vida del bebé.
 
En la era de la mujer, creo que se han ido dando pasos hacia delante, pero paradójicamente queda mucho trabajo aún para alcanzar la igualdad de género entre sus trabajadores en nuestro colectivo. Desde el Sindicato Médico deseamos con ahínco que el SMS trabaje en ello y que todas las desigualdades que permanecían ocultas o normalizadas dejen de ser una realidad.
 
 

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