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Publicado en el diario La Opinión de Murcia el 18 de julio de 2023
Cuando los ordenadores irrumpieron en las consultas de los centros de salud de la Región de Murcia, parecía que habíamos evolucionado hacia una forma mejor y más segura de trabajar para nuestros pacientes y de optimizar el trabajo de los profesionales sanitarios. La modernización de las interconsultas con atención hospitalaria, la visualización de las pruebas diagnósticas en una pantalla sin papeles, las citas telemáticas, las recetas electrónicas, etc. Todas las gestiones serían sostenibles y digitales.
La realidad es que, pasados ya unos años desde este hecho, la verdad del día a día en la jornada de trabajo de los médicos del SMS es que tenemos que enfrentarnos a repetidos problemas informáticos, desconexiones de red, programas que no funcionan porque se quedaron obsoletos, líneas telefónicas saturadas, etc. Cada día entras a tu consulta con la terrible ansiedad de no poder empezar a utilizar tu principal herramienta de trabajo hasta las 12:00 horas porque te hayan instalado un nuevo módulo informático, porque se caiga la red o porque se produzca cualquier otra incidencia. 
¡Si Hipócrates levantara la cabeza!…
Hay días en que recordamos con añoranza aquellos talonarios de recetas rojos y verdes; o aquel aparatito llamado tair que imprimía unas pegatinas para adjuntar a cualquier documento; o el famoso p10 que era una especie de cuartilla que abría todas las puertas. Podías ser dueño de tu trabajo y ejercerlo con tus conocimientos, tus manos, algún equipamiento médico y un bolígrafo. Las consultas eran más humanas y resolutivas.
A día de hoy, son muchos los días que tenemos que prolongar nuestra jornada laboral por todos esos problemas informáticos que nos han interrumpido la consulta y que, al finalizar la asistencia a los pacientes, debes reescribir en los ordenadores, si es que por fin funcionan. 
Este es un problema cada vez más importante y crónico en el SMS, que tiene consecuencias, por un lado, en los pacientes, con cientos de consultas perdidas, horas de trabajo ralentizadas y el incremento del malestar y deterioro de la relación médico-paciente, caldo de cultivo para alimentar la agresividad contra los profesionales.
 Y, por otro lado, tiene consecuencias en los profesionales, ya que la frustración de no poder ser eficientes por los fallos informáticos acaba desarrollando un estrés crónico y una fatiga mental crónica, asociadas a patología mental (ansiedad, insomnio, irritabilidad, desgaste profesional) y patología física (cefaleas, vértigo, contracturas musculares, astenia, hipertensión arterial e incluso el infarto). Todo este cuadro clínico mantenido en el tiempo desemboca en el Síndrome de Burnout o Síndrome del Trabajador Quemado.
La frase “hay un problema informático” se ha convertido en una especie de mantra que nos repiten diariamente desde los servicios informáticos del Servicio Murciano de Salud y ya es hora de que este tema se solucione.
Y no es que pida retroceder a la antigua Grecia en la realización de nuestro trabajo, ya que la tecnología, los ordenadores y aplicativos informáticos puestos a disposición en el trabajo de los profesionales sanitarios son de una ayuda importantísima y son el camino a seguir para la evolución de muchas ramas de la Medicina, pero se debe tener en cuenta la opinión de los trabajadores en su instauración y asegurar su funcionamiento óptimo para ayudar y mejorar el trabajo.
 
Desde el Sindicato Médico CESM exigimos la revisión y mejora de todos los aplicativos informáticos del SMS para la resolución de estas graves incidencias y estamos dispuestos a luchar de todas las formas posibles para mejorar el trabajo diario de nuestros médicos.