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CESM cree necesario consultar a los profesionales antes de tomar medidas que empeoren la situación MIR

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Publicado el 20/06/2022
  No se ha llevado a cabo un análisis para determinar por qué no se han elegido las plazas que han quedado vacantes

La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) ha lamentado la confirmación de que la propuesta del Ministerio de Sanidad para cubrir el número de vacantes de Medicina de Familia que quedaron sin adjudicar tras la última convocatoria MIR no ha solventado la situación.
 
Tras denunciar el serio peligro que corría el sistema de Formación Sanitaria Especializada al conocerse que 218 plazas no se habían adjudicado, una cifra a la que después habrá que sumar la de quienes hayan decidido no tomar posesión de su plaza de especialista adjudicada, la propuesta desde Sanidad era aumentar el cupo de médicos extracomunitarios, una medida que la Confederación también tildó de inadecuada, puesto que se formaría a médicos que una vez terminada la residencia no podrían pasar a formar parte de la plantilla del Sistema Nacional de Salud
 
Con esa opción sobre la mesa, este viernes se ha conocido que finalmente han quedado libres 93 plazas, que suponen un importante vacío en una especialidad tan maltratada ahora mismo como la Medicina Familiar y Comunitaria, y que puede verse incluso agravada cuando se conozca el número definitivo de plazas desiertas.
 
Ante esta situación la Confederación recuerda que esto ya se intentó evitar antes de que se produjera, cuando los representantes de los profesionales advirtieron de que aumentar el cupo de extranjeros no era la solución adecuada. Del mismo modo, también se alertó de que la imposición de este sistema de elección de plaza iba a favorecer que las plazas quedasen vacantes, especialmente en Atención Primaria, ya que no se conocía realmente dónde estaría el puesto de trabajo al hacer la elección.
 
Una vez más, CESM señala el grave peligro en el que se encuentra el sistema de FSE por el empeño de Sanidad en no contar con los profesionales y la nefasta planificación de recursos humanos del SNS, que desincentiva ya desde la misma elección de destino. A las plazas vacantes hay que sumar las desiertas, y a largo plazo, las jubilaciones previstas en los próximos años. Todo ello afectará, inevitablemente, a la asistencia sanitaria que se ofrezca a la población, ya que se trata de centenares de médicos que se quedarán sin formarse como especialistas.
 
Sin embargo, CESM insiste en que el problema radica, no solo en las plazas que han quedado vacantes, sino en que no ha habido un auténtico análisis del motivo por el que los profesionales no las han elegido, lo que no impide que se sigan cometiendo errores en el futuro.
 
Para evitar que esta situación se repita y se agrave, la Confederación exige que, antes de hacer pública la convocatoria del próximo año, se haga una valoración de la realidad actual y de la adecuación de las unidades docentes a los requisitos para su acreditación, examinando criterios como el sistema de elección de plaza, los criterios para la nota de corte o el cupo y cómo y dónde están acreditadas las plazas que no se han cubierto. Esto evitaría lo que ya denunció la Confederación con anterioridad, que es la premura con la que se había aumentado la oferta docente en Medicina Familiar y Comunitaria con el único fin de formar especialistas a cualquier precio, además de utilizar a los MIR para cubrir las carencias de plantillas de prácticamente todos los Servicios de Salud.

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